EL MATADERO. UN COMENTARIO
Utilizando el original de Echeverría como un pre-texto, a la manera de un encofrado de construcción, me propuse escribir un libreto que pudiera contener tanto las voces como las ideas de los personajes que, desde la fundación de la patria, han colaborado -en un proceso esquizofrénico- a la construcción / destrucción permanente del país. El concepto con el que decidí trabajar no fue ya el de civilización o barbarie, sino civilización y barbarie. Y es a partir de esa noción, y tomando prestadas citas, referencias y textos de diversas índoles (manuales de comportamiento vacuno, fragmentos de textos y poemas de la literatura argentina y universal, citas históricas, etc.) que se organiza el cocoliche de voces de aquellos que no han cejado en su afán de acallar las voces del otro. De ese modo, este Matadero funciona como un comentario. El Matadero. Un comentario, es una ópera para ocho voces y una bailarina. Sus dos personajes protagónicos, el Cajetilla y el Mazorquero, son la representación arquetípica de la fractura histórica entre unitarismo y rosismo; y la participación de un Toro/Vaca, personificado por una bailarina, el/la portador/a del signo de un país cuyo sino es la tragedia. Completa el cuadro un coro de seis voces que funciona a la manera de un coro griego. Tanto la estructura textual como la musical tienen un tratamiento fragmentario y esquizofrénico, y se nutren de materiales y citas referenciales de la literatura y cultura universal, además de la popular, y de la historia política argentina. La obra está circunscripta por el poema de Hilario Ascasubi La Refalosa, que funciona como prólogo y como epílogo, conteniendo el material organizado en de ocho escenas que “comentan” el original de Echeverría. El montaje escénico pretende plantear un universo objetual sintético pero potente en donde un espacio cerrado y lodoso delimita la acción de los personajes como si la Argentina fuese una prisión, y cuya manifestación formal fuera la de un matadero de animales. De ese modo, el cuerpo eviscerado de la Nación –Vaca / Mazorquero / Cajetilla- conforman un relato a la manera de un trenzado de chinchulines, rellenado con los restos esparcidos de los espíritus de Echeverría, Artaud, Lautreamont, Perón, Rosas, Shakespeare, Kafka y otros.
EL MATADERO. UN COMENTARIO
Ficha técnica
Intérpretes
FEDERICO FIGUEROA
PABLO TRAVAGLINO
ALEJANDRA CERIANI
Coro
MARTÍN DÍAZ
ADRIÁN BARBIERI
JUAN FRANCISCO RAMÍREZ
ALEJANDRO SPIES
DAVID NETO
POL GONZÁLEZ
Asistencia de Dirección Artística
JULIETA POTENZE
Asistencia de Dirección Musical
JUAN MICHELLI
Asistencia de Escenografía
MARÍA EMILIA PÉREZ QUINTEROS
Vestuario
MARIANA PAZ
Coreografía y Movimiento
MARICEL ALVAREZ
Iluminación
ALEJANDRO LE ROUX
Escenografía
NORBERTO LAINO
Composición y Dirección Musical
MARCELO DELGADO
Libreto y Regié
EMILIO GARCÍA WEHBI
Centro Cultural Ricardo Rojas, Buenos Aires, 2009.
Fotos Maricel Alvarez, Patricia Ackerman, Guadalupe Gómez Verdi, Marita Machetta