DR. FAUSTUS
Durante el semestre de invierno europeo 2009/2010, Maricel Alvarez y Emilio García Wehbi fueron docentes invitados en el Instituto de Investigaciones Teatrales de la Universidad Libre de Berlín. Dictaron un seminario que llevó como título “Ich bin die Wunde und das Messer” (“Soy la herida y el cuchillo). La propuesta pedagógica introducía el concepto de cruce entre la danza contemporánea, el teatro, la música y las artes visuales con el objetivo de desarrollar un proyecto performativo a partir de un material literario. El texto elegido como eje que estructurase el diálogo entre las disciplinas mencionadas fue “Dr. Faustus lights the lights” de Gertrude Stein. Luego de cuatro meses de intenso debate e investigación, la última fase de la experiencia consistió en el montaje empírico de dicho tránsito intelectual. El día 28 de Enero de 2010, en la histórica Akademie der Künste, el espectáculo/ performance “Red light for Dr. Faustus” bajo la dirección general de Maricel Alvarez y Emilio García Wehbi fue presentado frente a una numerosa audiencia. Tanto el resultado artístico, como la recepción de público y crítica fueron altamente positivos. De regreso en Buenos Aires, ambos artistas deciden convocar a un grupo de bailarinas y a un compositor argentino e invitan a una de las actrices de la experiencia germana para reelaborar dicha performance, introducir cambios en la lectura realizada, nuevos materiales literarios y visuales con el fin de trasladar la experiencia presentada en la Academia de Artes de Berlín al ámbito del Centro Cultural Ricardo Rojas en Buenos Aires. Al universo poético de Stein, se suman la esencia del perturbador relato del “Antichrist” según el cineasta Lars Von Trier y la obscenidad decorosa que propone el Étant Donnés de Marcel Duchamp, además de un texto del propio García Wehbi, con el propósito de generar una experiencia formal que ponga el acento en lo femenino. Fausto, viejo y derrotado acepta el desafío de una última partida de ajedrez con el demonio. Mefisto, en un intento por conservar su poderío sobre el desanimado Fausto, le tiende una trampa. Es Margarita la carnada. Margarita (y sus varias réplicas: Ida, Helena y Annabel) cae en el abismo de esta trama sin saber que de allí volverá fortalecida y vencedora. Fausto pierde la partida ante Mefisto. Mefisto es vencido por una mujer que ya no necesita de otros para valerse por sí misma. De víctima a deidad, para finalmente restablecer su condición de mujer. Ese será el recorrido de nuestro personaje protagónico femenino. El diálogo estimulante de las diferentes disciplinas fluye saludable en su devenir escénico.